jueves, 5 de mayo de 2011

Barcelona: la ciudad de las mil caras

La noche se nos había echado encima mucho antes de llegar a la ciudad. El cansancio había hecho mella, sobre todo en las personas mayores; más de veinticuatro horas de viaje dejan extenuado al cualquiera. Sin embargo, los más jóvenes,  aún teníamos energía para asomarnos a las ventanas del tren, mientras éste iba situándose en la vía correspondiente, para entrar en la Estación de Francia, con aquel traqueteo eterno.